Parque Nacional Tierra del Fuego

SENDERISMO ENTRE CUMBRES Y BOSQUES PRÍSTINOS

Descubre el Parque Nacional Tierra del Fuego, un espacio natural de senderos, bosques y costa escarpada en Argentina.

Descubre la naturaleza austral del Parque Nacional Tierra del Fuego, un territorio de bosques, montañas y costas. Ubicado en el extremo sur de Argentina, este parque, creado en 1960, protege una vasta región. Sus tierras, con historia milenaria, fueron habitadas por pueblos originarios como los selk’nam y los yámanas, cuya presencia marca el pasado de este entorno natural.

El Parque Nacional Tierra del Fuego, Naturaleza y Patrimonio

El Parque Nacional Tierra del Fuego es un espacio natural ubicado en el extremo sur de Argentina. Fundado en 1960, su propósito es la protección de una vasta área caracterizada por bosques, montañas y costas escarpadas. Este lugar, además de su biodiversidad, tiene una profunda conexión histórica con poblaciones originarias como los selk’nam (Ona) y los yámanas (Yaganes). Estas comunidades desarrollaron modos de vida adaptados a las condiciones australes, dejando un legado cultural que forma parte del patrimonio de este territorio. Sus paisajes incluyen valles glaciares, lagos de origen glaciar, turberas y costas sobre el Canal Beagle, creando un ecosistema único y relevante para la conservación.

Características Generales del Parque

El Parque Nacional Tierra del Fuego es un espacio donde la geografía austral se manifiesta en su plenitud. Sus paisajes incluyen valles glaciares, lagos de origen glaciar, turberas y costas sobre el Canal Beagle. La interacción entre el bosque subantártico y el ambiente marino crea un ecosistema único, relevante para la conservación.

Locomotora antigua cruzando bosques en Tierra del Fuego.

Historia y Presencia Originaria

La historia del Parque Nacional Tierra del Fuego está ligada a las comunidades que habitaron estas tierras. Los selk’nam (Ona) y los yámanas (Yaganes) desarrollaron modos de vida adaptados a las condiciones australes, dejando un legado cultural que forma parte del patrimonio de este territorio.

Nuestra Aventura en el Parque Nacional Tierra del Fuego

Durante el día 13 de nuestra Ruta Binacional Patagonia, llegamos a Ushuaia, en la Tierra del Fuego Argentina. Nuestra misión era clara, visitar y recorrer el Parque Nacional Tierra del Fuego.

Ushuaia y el Glaciar Martial

Ese día, además de conocer la ciudad y sus alrededores, exploramos el Glaciar Martial, una travesía muy atractiva en la misma ciudad. Si te interesa este recorrido, tal vez te interese leer sobre el Glaciar Martial, Un sendero de hielo en Ushuaia.

Gestión y Transporte Para Nuestra Visita

Tuvimos la oportunidad de visitar el centro de atención turística, donde recibimos información directa sobre cómo gestionar nuestra visita, pernoctación y regreso al Parque Nacional Tierra del Fuego. Nos encontrábamos en abril, en pleno otoño, pero en esta parte del mundo el invierno comienza a mostrar sus señales. Las lluvias y bajas temperaturas se hacen notar con anticipación, más aún en este lugar natural tan apartado. Tras nuestras consultas y las respectivas reservas de pasajes, que realizamos en lo que se conoce como «terminal» (un espacio de estacionamiento con algunas casetas de turismo), decidimos adquirir nuestros tickets.

Es importante mencionar que en este mismo lugar los viajeros pueden comprar diferentes tickets de transporte para diversas actividades en Ushuaia y sus alrededores. Con la primera parte de nuestra organización resuelta, regresamos a nuestro departamento alquilado para revisar el itinerario y lo que íbamos a llevar. Preparamos nuestras mochilas con lo necesario. El lugar donde nos hospedábamos muy amablemente accedió a guardar el resto de nuestro equipaje mientras durara nuestra aventura. Con todo listo, descansamos.

Sendero cubierto de hojas en otoño en Tierra del Fuego

Día 1: Primeros Pasos en Terreno Austral

A la mañana siguiente, muy temprano, alrededor de las 8:00, estábamos nuevamente en el «terminal», esperando la van que nos llevaría al ingreso del parque. El parque se encuentra a solo 9 kilómetros de la ciudad. Si bien es posible ir caminando o buscar otras opciones como taxi o autostop, para nosotros, la van era la opción más adecuada debido a nuestro itinerario y planes dentro del parque. Subimos a la van y en unos 30 minutos llegamos al ingreso. Allí, la mayoría de los pasajeros descendieron, ya que es donde se encuentra el acceso al Tren del Fin del Mundo, uno de los mayores atractivos del parque y de Ushuaia. Sin embargo, nuestra travesía iba más allá de subir a un tren y pagar lo que consideramos un valor elevado por un recorrido que podíamos hacer a pie y con el tiempo del que disponíamos.

Dejando a los pasajeros, la van continuó unos 2 kilómetros más hasta el ingreso principal. Allí tuvimos que bajar y gestionar nuestro permiso de pernoctación, además de pagar la entrada. Pagamos alrededor de 11.000 pesos argentinos por los dos, para poder recorrer y pernoctar durante dos noches en el parque. Con este permiso listo y todo formalmente organizado, avanzamos. La van nos dejó un par de kilómetros más adelante, donde termina el recorrido del tren. Bajamos, tomamos nuestras mochilas y comenzamos la marcha.

Primeros Encuentros y Ascenso al Cerro Pampa Alta

Todo comenzó de manera favorable. Tuvimos un primer encuentro con un pequeño polluelo de carancho, un ave común en este sector y en la Patagonia en general. Luego, iniciamos nuestro sendero. Tomamos a mano derecha del ingreso con destino al denominado Camping Río Pipo. Caminamos aproximadamente 1.7 kilómetros, por un camino que a nuestra derecha tenía la vía férrea. Fue singular y a la vez gratificante, pues pudimos ver el Tren del Fin del Mundo. Nos alegró verlo, pero al mismo tiempo nos complació no estar a bordo. Es un tramo muy corto en poco tiempo, y con tanto por ver, nos satisfacía caminar y observar cómo las personas en el tren también nos miraban, quizás asombradas de vernos solos en este lugar.

Después de unos 30 minutos o menos de caminata, una señal nos desviaba a mano izquierda en lugar de continuar hacia el camping. Comenzaríamos el ascenso al denominado Cerro Pampa Alta. Subimos dos kilómetros más hasta llegar a un plano desde donde se divisaba un paisaje de naturaleza, de singularidad, de la quietud del entorno natural.

Quizás lo que Darwin y otros viajeros de antaño pudieron observar, no sé si con las mismas condiciones, pero en ese instante, quizá nosotros más solos que ellos. Éramos solo dos personas, sentadas junto a un árbol frondoso que se erguía como el rey del plano. Sobre él, una pareja de caranchos observaba, al igual que nosotros, la belleza del lugar. El Canal Beagle, la Cordillera Darwin en el horizonte, los cerros y el bosque. Un momento que siempre recordaremos y que permanece en nuestra memoria.

La Senda Costera y sus Desafíos

Después de una breve pausa y algunos alimentos, nuestro sendero continuó con rumbo hacia la costa. Allí nos encontramos con el conocido Correo Postal. Aunque ya no funciona como tal, es ahora una tienda y un lugar donde los visitantes pueden tomar fotografías, adquirir algunos recuerdos y disfrutar del sitio. Nos encontramos con una cantidad considerable de personas, lo que equivaldría a dos buses llenos de viajeros, los clásicos que visitan el parque por el día, descienden, exploran un poco y se marchan.

A nosotros aún nos quedaba un tramo significativo por recorrer hasta llegar a nuestro destino final del primer día. Tomamos un descanso, compartimos algunos mates y luego continuamos nuestro camino por el sendero costero. Nos esperaban alrededor de 12 largos kilómetros. Caminamos y caminamos, con nuestras mochilas al hombro. A pesar de que no es un sendero con una gran elevación, el terreno agreste y en ocasiones resbaladizo al borde de la costa, lleno de rocas, luego en medio del bosque con algunas inclinaciones, subidas y bajadas, y la extensión de 12 kilómetros, configuraron una jornada de trekking bastante intensa para este primer día.

Polluelo de carancho entre la vegetación del parque

Recompensas del Recorrido y Pernoctación

Sin embargo, el paisaje, la quietud que nos rodeaba, la posibilidad de contemplar con tranquilidad, de comprender y apreciar la naturaleza, y tener este espacio solo para nosotros, nos brindó una satisfacción al caminar, comprendiendo que pocos de quienes visitan este lugar se aventuran a recorrer estas tierras. Fascinados con los distintos tipos de bosques y con la fortuna de observar en el camino a un par de delfines y ballenas pasar por el canal, continuamos hasta llegar a nuestro destino.

Alrededor de las 16:00 horas, llegamos a la intersección donde se indicaba un primer camping, pero el terreno no nos parecía el más adecuado para pernoctar. Así que decidimos avanzar un poco más, unos 2.5 kilómetros adicionales, donde se ubicaba el segundo camping, sabiendo que sería una mejor opción por su posición estratégica para nuestro segundo día de travesía.

Al llegar a nuestro campamento, dejamos nuestras cosas, armamos la carpa y tomamos un buen descanso mientras preparábamos nuestros alimentos con cocinillas portátiles y kits de cocina para camping. Es importante mencionar que, 2 kilómetros antes, habíamos observado el Centro de Visitantes Alakush, donde hicimos una pausa y compramos líquidos, como agua y bebidas con sales hidratantes, pues el día de caminata había sido extenso. Con nuestro campamento y comida listos, cenamos y nos dispusimos a dormir. La noche fue tranquila, algo fría por el otoño y el viento, pero muy despejada, y en los momentos de calma, el silencio era absoluto.

Antigua casilla de correo en el Parque Nacional Tierra del Fuego

Día 2: Profundizando en el Parque

Al día siguiente, como en todas nuestras jornadas de sendero, despertamos temprano, esta vez con la intención de recorrer dos importantes lugares más al interior del parque.

Explorando el Hito XXIV y sus Alrededores

El primero de nuestros destinos era el Hito XXIV, el último punto del parque sobre el Lago Acigami y un referente exacto en la frontera con Chile. Este sendero abarcaba 15 kilómetros de ida y regreso, así que preparamos todas nuestras provisiones antes de salir. El camino inicia como un tramo vehicular hasta el Centro de Visitantes Alakush, extendiéndose un poco más allá hasta un estacionamiento a orillas del lago. Luego, se toma un sendero exclusivo para caminantes, que bordea el río, internándose en un bosque milenario.

Sin duda, es un lugar cautivador. Para nosotros, fue aún más especial, ya que pocas personas visitan este sector del parque, y menos aún para realizar este tipo de recorrido a pie. Los visitantes suelen llegar en tours vehiculares, se detienen brevemente y luego continúan su camino. Es importante mencionar que este mismo sendero es el que conduce al Cerro Guanaco. Sin embargo, en esa época, aunque no era invierno, ya había acumulación de nieve. Dado que no contábamos con las herramientas necesarias para transitar sobre ella y el sendero estaba cerrado por estas razones, decidimos enfocarnos exclusivamente en la ruta del Hito XXIV

Encuentros Inolvidables en la Frontera

Al llegar al Hito, nos tomamos un momento para unos mates. Aprovechamos para observar la quietud, sentir, oler y respirar la pureza del bosque y su entorno. Pudimos observar algunas aves, en especial una huala, un tipo de pato de la zona, que nadó muy cerca de nosotros, como si nos acompañara durante el camino.

Además, justo antes de emprender el regreso, tuvimos la fortuna de observar un zorro culpeo con su pelaje vistoso. Se asomó mientras descansábamos y tomábamos mate. Vino, olfateó, nos miró con curiosidad y siguió su camino. Para nosotros, fue un encuentro verdaderamente memorable y un recordatorio de la riqueza natural del parque

Regreso y Preparación para la Siguiente Etapa

Después de este contacto tan especial con la naturaleza, decidimos volver sobre nuestros pasos. Caminamos de regreso por el mismo sendero hasta el Centro de Visitantes Alakush. Allí, como una merecida recompensa a nuestro esfuerzo, compramos un delicioso pie de bayas, que nos repuso las energías y nos impulsó hacia nuestra siguiente parada.

Salimos del centro y nos dirigimos a nuestro campamento para hidratarnos. En este tramo ya habíamos acumulado al menos unos 18 kilómetros de caminata. Sin embargo, nuestro ritmo se mantenía constante. La experiencia ganada en senderos de otros parques nacionales en Chile durante días anteriores nos había mantenido en excelente forma, y estábamos llenos de energía para continuar nuestra aventura.

Vista desde el parque con mar, islas y cordillera de fondo

La Ruta hacia el Fin de la Ruta 3

Con el breve descanso, decidimos continuar hacia la siguiente parada, el final de la Ruta 3 Nacional, también conocida como Ruta Panamericana. Esta es una de las vías más importantes a nivel continental, ya que se inicia aquí y se extiende hasta Alaska. Es una arteria que, si bien se interrumpe en algunos puntos del continente, está concebida para conectar los países de Sudamérica, Centroamérica y parte de Norteamérica. Por lo tanto, era un punto al que no podíamos dejar de ir, estando tan cerca. Desde nuestro campamento hasta el final, o donde se encuentra el letrero de «Fin de la Ruta 3», había 2 kilómetros adicionales, así que no estaba lejos.

Maravillas en el Fin de la Ruta 3

Caminamos una vez más, esta vez no por la vía vehicular, ya que existe un camino para senderistas que acorta el tramo más largo. Al llegar al final, encontramos un par de miradores que nos cautivaron con su belleza. Era un lugar singular e inolvidable. Seguimos caminando hasta el famoso letrero, obtuvimos nuestra foto y luego continuamos hacia las pasarelas de madera que se encuentran allí.

Estas pasarelas forman un circuito para quienes desean explorar más allá y descender a la parte baja del lago. Caminamos, disfrutamos de la naturaleza, observamos las aves que se posaban allí (muchos caranchos, patos, pequeñas aves) y la combinación de la vegetación del bosque nativo con el lago, que era un espectáculo. Después de permanecer allí por más de una o dos horas, el clima comenzó a cambiar, la temperatura a bajar, y se acercaba el atardecer. Así que decidimos volver a nuestro campamento.

Allí, fascinados con este nuevo descubrimiento, de haber logrado nuestras metas de sendero, conocido los hitos y obtenido esta visión que solo se experimenta al vivir estos lugares, preparamos nuestros alimentos, compartimos una conversación y nos entregamos al descanso en la tranquilidad del lugar, para reponernos para el día siguiente.

Vista general de sendero, plataformas y laguna en Tierra del Fuego

Día 3: Retorno y Despedida del Parque

En nuestro día número tres, despertamos temprano. En esta oportunidad, debíamos dirigirnos al Centro de Visitantes nuevamente, donde nos recogería la van que habíamos contratado para nuestra ida y regreso. Esto fue muy conveniente, pues habíamos acordado que nos dejarían y recogerían el día que dispusiéramos, dándonos libertad para recorrer. Este día era el indicado para nosotros, ya que correspondía a los días acordados y pagados al ingreso del parque, y porque en nuestro itinerario, la ruta continuaría hacia otros lugares del sur de Argentina.

Retorno a Ushuaia

Así que nos dirigimos al estacionamiento del Centro de Visitantes, donde nos recogerían. Sin embargo, tuvimos una situación inesperada, la van que nos recogería se detuvo por un par de minutos pero no nos vio y se marchó. Nosotros habíamos estado esperando dentro del Centro de Visitantes porque el clima exterior no era confortable. Tras una llamada a la empresa, nos informaron que pronto iría otra van a recogernos. Solucionando esta situación, esperamos nuestro nuevo vehículo y volvimos a Ushuaia. Allí, continuaríamos nuestro día con una visita al centro de la ciudad en busca de una buena comida y, posteriormente, buscaríamos nuestros boletos para el día siguiente, para continuar nuestra travesía hacia el norte en busca de los glaciares milenarios del Perito Moreno.

Rutas de Senderismo en el Parque Nacional Tierra del Fuego

El Parque Nacional Tierra del Fuego cuenta con una red de senderos que permiten explorar sus distintos paisajes:

  • Senda Pampa Alta: Un recorrido que asciende hacia puntos de vista elevados.
  • Senda Costera: Permite caminar a lo largo de la costa, ofreciendo vistas al Canal Beagle y la interacción con el ambiente marino.
  • Senda Hito XXIV: Un sendero que conduce a un punto de referencia en la frontera, destacando la geografía regional.
  • Senda del Mirador: Ofrece vistas panorámicas de sectores específicos del parque.
  • Fin Ruta 3 Nacional: Un tramo particular que culmina en el «Fin de la Ruta 3 Nacional», un punto geográfico de interés.

Atractivos y Puntos de Interés (General) Además de los senderos, el parque alberga varios puntos de interés:

  • Cerro Pampa Alta: Ofrece vistas amplias del parque y sus alrededores.
  • Mirador Lapataia: Un punto desde el cual se obtienen vistas del lago y el fin de la Ruta Nacional 3.
  • Avistamiento de fauna y flora: El parque es hogar de diversas especies, como el zorro colorado, castores, y una variedad de aves marinas y terrestres. La flora incluye bosques de lenga, ñire y coihue.

La Magnitud del Parque Nacional Tierra del Fuego

El Parque Nacional Tierra del Fuego ofrece una conexión con la naturaleza austral. Sus senderos permiten adentrarse en paisajes de bosques y costas escarpadas, donde la geografía y la historia de sus pueblos originarios se entrelazan. Es un destino que invita al senderismo y a la observación de la vida silvestre en el extremo sur de Argentina.

Montañas nevadas al fondo del Parque Nacional Tierra del Fuego

Recomendaciones Esenciales para tu Visita

  • Planifica con anticipación tus traslados desde Ushuaia al parque.
  • Considera la duración de los senderos y tu condición física para cada ruta.
  • Lleva ropa en capas y equipo para diferentes condiciones climáticas.
  • Empaca suficiente agua y raciones de campaña para tus jornadas de trekking.
  • Utiliza calzado de trekking adecuado y con buen agarre.
  • Respeta las normas del parque y los senderos señalizados.
  • No dejes basura, ayuda a mantener la pureza del entorno.
  • Permanece atento a la fauna local; observa a distancia.
  • Si acampas, lleva el equipo necesario y respeta las zonas designadas.
  • Infórmate sobre las condiciones de los senderos antes de iniciar cada ruta.
  • Lleva un mapa físico o descarga mapas offline por la posible falta de señal.
  • Disfruta la experiencia de estar en un lugar de relevancia geográfica y natural.

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